Porque
la Biblia declara en Romanos 13:7 que al que merece respeto y honra hay que
dárselas, hoy quiero honrar la memoria de un hombre, valioso instrumento de
Dios, no solo para mí y para mi familia, sino para un gran cumulo de almas que
Dios dispuso delante de él y a los cuales transmitió su sapiencia, sus fuerzas,
su bondad y generosidad, pero sobre todo el amor que Dios había puesto en su
corazón.
Edgar
Alexander Gutiérrez Ramírez, El Pastor Alexander, como lo conocíamos, impacto
mi vida desde que lo conocí, la primera vez que conversamos fue en mi casa,
viniendo de ser un católico practicante ver al pastor de esa Gran iglesia en mi
casa, era algo poco menos que increíble, el cura jamás me preguntó dónde yo
vivía. Nunca olvidare sus primeras
Palabras de ánimo cuando le dije que predicaba en reuniones de la renovación
carismática en la iglesia católica: “Nunca te voy a prohibir que prediques, eso
es un don que Dios te dio, pero voy a hacer todo lo que esté de mi parte para
que lo hagas como Dios quiere”. Puedo testificarles que así lo hizo, nunca ceso
en su empeño para que me capacitase y pudiera cumplir con el llamado de Dios
para mi vida.
En mi caminar con Jesús aprendí que él debe
ser el centro de mi vida. Jesús pasó todo su ministerio terrenal formando a un
pequeño grupo de hombres, para que llegado el momento dejase de ser un pequeño
grupo y llegase a ser una multitud que se pierde de vista, esto lo hizo
transmitiéndoles la verdad con sus Palabras, pero sobre todo con su vida de una
forma que hacía que sus Palabras tuvieran autoridad (Mateo 7:29), esto es lo que hoy nosotros
llamamos, Verdad y Vida.
Llegado el momento el apóstol Pablo pudo
entender esto, como transmitir el mensaje del evangelio de Jesucristo a su generación y a las venideras de la
manera más clara posible. El apóstol Pablo escribió, escribió y escribió, todo
lo que Jesús le había enseñado, como él lo dice en 1 Corintios 11:23. Sin
embargo dentro de esas cartas escritas e inspiradas por Dios está la forma más
práctica, más clara y más hermosa de enseñar a caminar al creyente como un
verdadero discípulo de Jesús.
Efesios 5:1 dice: “Sed, pues, imitadores de
Dios como hijos amados. ¿Cómo imitar a Dios? Cristo Jesús nos reveló al
Padre; Juan 14:6-12: "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre
conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. Felipe le dijo:
Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que
estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha
visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo
soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo
por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por
las mismas obras. De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras
que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al
Padre."
Entonces ahí está la clave para imitar a Dios
según Pablo lo describe, es imitar a Cristo. ¿Y cómo imitar a Cristo? El
apóstol Pablo también lo describió en 1 Corintios
11.1 Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. Pablo pudo elogiar el
desempeño de la iglesia de Tesalónica y describe una de las razones de este
desempeño; 1 Tesalonicenses 1:6 “Y
vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor”
El apóstol sabía que él debía ser el mejor
modelo para que la iglesia conociera a Cristo. Hoy yo quiero agradecer a Dios por la vida de un hombre que sabía que
debía ser el mejor modelo para que no solo yo, sino muchos otros creyentes
pudiéramos aprender a imitar a Cristo.
Mi pastor Alexander, quien me mostró a Jesús
en su caminar.
Una de las primeras grandes enseñanzas de mi
amado pastor la recibí después de una ardua jornada evangelistica, en la cual
estuvimos desde las 9.00 am hasta pasadas las 7:00 pm. Todos se despidieron, se
fueron a recibir su merecido descanso, según mi pastor les decía: “Vayan y
descansen, yo me encargo”. Y así mi
pastor Alexander permanecía allí mientras la tarima y el sonido eran
desinstalados, recogidos y trasladados a diferentes lugares de los Valles del
Tuy. Recuerdo haber llegado a mi casa ese día a las 11 de la noche, llevado por
él y su hermano Edue, pues sentía en mi corazón acompañarle. Esa noche pude ver
su amor por cada uno de los que laboraban, su sacrificio porque a pesar de su
cansancio y aún el dolor físico, no desmayaba en cumplir con su responsabilidad
de velar por el bienestar de cada uno de nosotros. Esto lo vi hacerlo muchas
veces en el local de la iglesia, cuando junto a su esposa se quedaban para
cerrar después de que todos se iban.
Si hiciera un anecdotario, me faltarían las
líneas y las lágrimas, porque aún hoy no puedo dejar de sentir su ausencia,
aunque sé que recibió la recompensa por su arduo trabajo imitando a Cristo para
que nosotros lo imitáramos a él. Sí, mi pastor Alexander podía decir con toda
autoridad, sean imitadores de mí, así como yo de Cristo.
En otra oportunidad llegue al servicio muy
contrariado, estaba indignado, porque a un evangelismo pautado solo habían
llegado una docena de hermanos de más de 400 que se congregaban en nuestra
iglesia para la época, y después de escucharme detenidamente sobre todo lo que
le diría a los hermanos en el tiempo de los anuncios, me dijo: “Pastor, te voy
a pedir un favor, no me los regañes, cada uno de ellos tiene situaciones
diferentes en su vida y razones por las cuales no pudieron asistir, para que
lleguen aquí y nosotros añadamos más cargas sobre sus espaldas”, esas palabras
conmovieron mi corazón, y me desarmaron completamente, ese día Cristo me estaba
mostrando el amor por su rebaño, la iglesia, a través de mi pastor Alexander,
ese día me mostró el cuidado del corazón de quien es pastoreado. Ese mismo día
entendí porque Jesús le dijo a Pedro tres veces: “Pedro tú me amas”, era porque
lo que Pedro iba a hacer, pastorear el rebaño del Señor, solo podía hacerse por
amor.
Muchos fueron los momentos que compartí con
mi pastor Alexander, muchas las responsabilidades ministeriales en las que
demandó mi compañía, y en algunas de ellas lo vi ser irrespetado en su
condición de Reverendo, pero nunca abrió su boca para defenderse, lo vi ser
decepcionado y traicionado por aquellos en quien había puesto su confianza,
pero también lo vi perdonarlos sin ninguna condición.
Que si lo vi voltear las mesas del templo,
claro que sí, lo vi airarse para instaurar el orden, con un celo reverente y
anhelo por hacer las cosas con excelencia para Dios.
Ahora, me preguntas si conozco a Cristo, te
diré que sí, Dios me lo mostró a través de las pisadas de mi pastor Alexander a
quien solo vi caminar conforme a la voluntad de Dios.
Son muchas las cosas que puedo compartir
sobre las vivencias que tuve con mi pastor, pero hoy solo quiero dar gracias a
Dios por su vida, por tener la autoridad para decirme; se imitador de mí, así
como yo de Cristo, y le pido a Dios para que yo pueda emularle en su andar, que
pueda ser un modelo de Cristo que todos puedan ver cómo me lo enseñó mi amado
pastor Edgar Alexander Gutiérrez.
"Y les daré pastores conforme a mi
propio corazón, que los guiarán con conocimiento y entendimiento."
Jeremías 3:15
Pastor
Harry Mendoza.
Dios bendiga su vida, su ministerio. Añada todo lo que requiera. Que en ud continuemos viendo a Cristo, imitando su obra así como ud es imitador de Cristo, que tengamos esa misma pasión, entrega asi como la tuvo ud con nuestro Pastor Alexander.
ResponderBorrar¡Gloria a Dios! Buen testimonio, en memoria de un buen ministro que honro al Maestro de los maestros. Dios te bendiga Harry.
ResponderBorrarExcelente ejemplo a seguir el de nuestro Pastor Alexander, para los que tuvimos el gran privilegio de conocerle sabemos que lo que el pastor Harry aquí escribe es muy cierto, quienes trabajamos con él sabemos que era un excelente ser humano.
ResponderBorrarSin palabras mi pastor Harry... Estoy seguro que mi pastor Alexander logró multiplicar ese amor y esa pasión que nuestro Señor Jesús puso en él... En usted y en muchas personas más... Un fuerte abrazo amado pastor...
ResponderBorrarGracias mi Dios amado, ....que hermoso, Sea el Nombre de Jehová Bendito
ResponderBorrarExcelente escrito pastor, son palabras que motivan a seguir adelante y querer hacer los que Dios nos manda sin importar que, el pastor Alexander fue un gran ser humano y un siervo de Dios y usted también lo es. Que Dios siga bendiciendo su vida, familia y ministerio
ResponderBorrarEl mejor legado que podamos dejar, es que las personas nos recuerden por ser servidores del Señor, en eso me REGOCIJO y le doy gracias a Dios por las huellas que el pastor Alexander dejo en cada uno de los que tuvimos el privilegio de servir con el, felicitaciones pastor Harry, muy buena su manera de dar a conocer la gratitud por el ejemplo del consiervo y a Dios por su gracia y misericordia..
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