NO ES TIEMPO DE ESPERAR
En
el año 1944 en la ciudad de Varsovia ocurrió uno de los eventos más
desconocidos y emotivos de la historia. Europa era arropada por la hegemonía
nazi, pero en esta pequeña ciudad capital de Polonia un grupo de hombres y
mujeres se negaban a entregar su terruño, su historia, su cultura y el legado
de sus hijos. Durante 63 días estos hombres con pocas armas pero con sobrada
pasión por lo que defendían se enfrentaron a uno de los ejércitos más grande de
la historia, el ejército genocida de Adolf Hitler. Durante este tiempo estos
hombres, mujeres y niños estaban esperanzados en que el ejercito ruso seguiría
ganando terreno hacia ellos, menguando las fuerzas de los opresores, otra cosa
que ellos esperaban eran provisiones que enviarían los norteamericanos desde el
aire. ¿Que hicieron los polacos mientras esperaban la llegada de los Rusos y
los americanos? Libraron una de las más heroicas y disparejas batallas que
finalmente termino en la destrucción total de Varsovia, pues aunque el ejército
americano llegó con la provisión en medio de la lucha, dejo caer las
provisiones del lado alemán fortaleciendo a este y debilitando a la resistencia
polaca. El punto es que estas personas con un propósito claro (la libertad de
su patria), no se quedaron esperando a que otros lo hicieran. No esperaron para
cumplir el propósito, se determinaron a cumplir el propósito aun mientras
esperaban recursos.
Hoy
muchos a lo largo del mundo han puesto una pausa al cumplimiento de sus
propósitos y se han colocado en modo espera, y puede que para muchos eso sea
valido, pero lo que no es valido es que muchos dentro del pueblo de Dios se
encuentren en modo espera inactivo, teniendo un propósito tan grande que
cumplir, IR Y HACER DISCIPULOS A TODAS LAS NACIONES. En el evangelio según San Juan 4:35 Jesús declara a sus
discípulos: “Ustedes dicen: Hay que esperar cuatro meses mas para la cosecha. Pues
miren, yo les digo, levanten los ojos y observen los campos porque ya están
listos para la cosecha”. Los
discípulos regresan a encontrarse con Jesús en un pozo, donde cansado por el
camino se detiene a descansar mientras espera a sus discípulos que habían ido a
buscar comida, Jesús pudo haberse limitado a descansar, pero ante la imperiosa
necesidad de cumplir el propósito que tenia en medio de los hombres prioriza el
conversar con una mujer de Samaria para anunciarle la salvación a través de
él. Al llegar sus discípulos se
sorprenden de verle conversar con dicha fémina
y aunque ninguno de ellos le preguntó sobre esa conversación el Señor se
los hace notar hablándoles de la gran espera que en cada Época el Pueblo de
Israel protagonizaba anhelando la llegada del tiempo de la Siega. El tiempo de
la siega o la cosecha era un tiempo de fiesta como podemos verlo en Rut 2-4. Aun los más pobres, los
huérfanos y las viudas se beneficiaban del tiempo de la siega, muchos llevaban
lo primero y mejor de sus cosechas al Señor y grandes celebraciones donde
abundaba el vino y la comida eran realizadas a la culminación de la cosecha,
pero mientras esta llegaba los Israelitas se ocupaban en cualquier otro asunto
dando tiempo a la maduración del trigo, cebada u otro producto sembrado. Jesús
les estaba diciendo no es tiempo de encargarse de otros asuntos ya es el tiempo
de cosechar. Estos hombres habían dejado sus labores para seguir a Jesús y
aunque ellos no esperaban como el resto del pueblo la siega, ellos esperaban
algo mayor; La restauración del pueblo de Israel Hechos 1:6. No lo habían visto, y aun después de la muerte y
resurrección del Señor todavía no lo veían con claridad, ya ese tiempo había
llegado, Jesús había declarado: “Arrepentíos
El reino de los cielos se ha acercado” Mateo 4.17. El énfasis de Jesús era;
Ya es el tiempo. Hoy la iglesia occidental no espera el tiempo de la cosecha;
espera el tiempo de la culminación de la pandemia para ejecutar planes
evangelisticos que creen serán efectivos una vez que podamos reunirnos de nuevo
a realizar los programas eclesiásticos, pero ¿mientras esperan que? El énfasis
del Señor hoy día sigue siendo el mismo, “Ya
es el Tiempo”. Mientras El Señor Jesús esperaba cumplía con su propósito, porque sabía que el tiempo de la siega había
llegado. Tú tienes un propósito eterno, mucho más grande que el propósito de
libertad del pueblo polaco, pero ellos no esperaron de brazos cruzados para
hacer lo que las circunstancias demandaban. Este tiempo demanda libertad y
salvación a los cautivos por el pecado y es necesaria la pasión de los
habitantes de Varsovia y la comprensión del propósito tan claro como lo tenía
Jesús, para poder entender que el tiempo de hacer discípulos es Ya, los campos
están blancos. El pueblo de Varsovia se enfrento a un enemigo muy grande con
pocos recursos. Nosotros tenemos un enemigo mas grande que el de Ellos, pero
Nuestro recurso es El Dios Todopoderoso, el que marcha delante de su pueblo y
pelea nuestras batallas, por esa razón, nuestra victoria esta asegurada porque
nuestra lucha es de Dios. “NO TENGAN MIEDO Y NO PIERDAN LA ESPERANZA
ANTE ESTE GRAN EJERCITO, PORQUE ESTA GUERRA NO ES DE USTEDES SINO DE DIOS”
2Cronicas 20:15.
Pastor Harry Mendoza
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