El Ayuno Bíblico y la iglesia de hoy día

EL AYUNO BÍBLICO Y LA IGLESIA DE HOY DÍA                                                         

       Sin duda  un punto de discrepancia entre muchos cristianos es hablar sobre la necesidad del ayuno hoy día, muchos adjudican un súper poder en si mismo a esta practica la cual les hace sentirse como Billy Batzon, un joven de 14 años que al gritar SHAZAM se transforma en un hombre corpulento lleno de formidables poderes;  piensan que si se presenta la oportunidad de orar por alguien oprimido o atormentado por los demonios y no han ayunado, tal enfrentamiento con los poderes de la oscuridad terminará en una derrota para ellos y la victima de opresión. El otro extremo son quienes dicen que ya Jesucristo hizo el último sacrificio y por lo tanto, todo sacrificio que hagamos hoy día, incluyendo dejar de comer, es impropio e inútil. Pero que dice la Palabra de Dios inspirada en su totalidad para guiarnos a toda verdad, veamos por ejemplo como el libro de los Hechos nos presenta en sus líneas, prácticas de la iglesia primitiva que eran determinantes en el avance  y establecimiento de la iglesia de Jesucristo desde Jerusalén hasta lo último de la tierra. Una de las prácticas mas desestimada en relación al propósito de expansión es el Ayuno, sin embargo los discípulos en Antioquia nos enseñan la importancia del mismo.

Un día, mientras ayunaban y adoraban al Señor, el Espíritu santo dijo: “Aparten a Bernabé y a Saulo para que hagan el trabajo para el cual los he llamado”. Entonces ellos ayunaron, oraron e impusieron las manos a Bernabé y  Saulo, y luego los despidieron. Hechos 13:2-3. 

Vemos pues al ayuno como una practica neo testamentario, usada en medio de la iglesia para profundizar en la búsqueda de Dios y ser dirigidos en el cumplimiento de su propósito. Hacer la obra de Dios no representa un trabajo fácil, y aunque es un mandato establecido por Dios a todos sus discípulos, no todos están dispuesto a cumplirlo, recordemos que la militancia en este cuerpo fue mencionada por nuestro Señor Jesús como un obstáculo para seguir sus instrucciones. “Velen y oren para que no cedan ante la tentación, porque el espíritu esta dispuesto, pero el cuerpo es débil” Mateo 26:41, por esta razón es necesario   tiempos de ayuno que nos lleven  a una unión más íntima con Dios mientras nuestros cuerpos están siendo privados de alimentos con el propósito  de ver a Dios acercarse a nosotros en tanto nuestra carne cede territorio ante un espíritu anhelante de obedecer a la voz de su Señor. El ayuno entonces nos ayuda a tener certidumbre espiritual sobre los planes de Dios, esto nos dice que La fortaleza en el ayuno no esta en la practica misma sino en el sometimiento de nuestro ser con un corazón contrito y humillado delante de Dios para recibir de Él la recompensa. “Pero tú, cuando ayunes unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” Mateo 6:17-18. Vemos que el poder del ayuno está enmarcado en el acercamiento de Dios mientras fortalecemos nuestro espíritu con su Espíritu. El ayuno no es una práctica extra bíblica, mucho menos anti bíblica, no es una práctica obsoleta, pues el propósito que tenia la iglesia neo testamentaria de alcanzar las naciones para Cristo estableciendo iglesias en cada región, sigue siendo la tarea ineludible de los creyentes hoy día. Si es cierto que Jesús ya pago el sacrificio, y para la salvación de los perdidos no se requiere mas sacrificio que el realizado en la cruz sobre el Gólgota, pero la Biblia en toda su extensión nos muestra el beneficio comunitario e individual que trae la practica del ayuno espiritual a todo el que lo presenta delante de Dios, no por revestirte de un poder místico que ahuyenta a los demonios, sino porque te ayuda a someterte a la voluntad de Dios para que estos huyan. “Someteos pues a Dios, resistid al diablo y huirá de vosotros”   Santiago 4:7.

Este pues es el ayuno que nos presenta la Biblia; una practica vigente que nos acerca a Dios presentando entrega y sacrificio en una actitud de humillación delante del Señor para ser dirigidos a hacer su voluntad y no para que Dios haga la nuestra.  Dios les bendiga. 

Pastor Harry